Porque nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra poderes, contra autoridades, contra potestades que dominan este mundo de tinieblas, contra fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales. (Efesios 6:12)
Pues aunque vivimos en el mundo, no libramos batallas como lo hace el mundo. Las armas con que luchamos no son del mundo, sino que tienen el poder divino para derribar fortalezas. (2 Corintios 10:3-4)
Porque esta desea lo que es contrario al Espíritu, y el Espíritu desea lo que es contrario a ella. Los dos se oponen entre sí, de modo que ustedes no pueden hacer lo que quieren. (Gálatas 5:17)
Queridos hermanos, les ruego como a extranjeros y peregrinos en este mundo que se aparten de los deseos pecaminosos[a] que combaten contra la vida. (1 Pedro 2:11)
Simón, Simón, mira que Satanás ha pedido zarandearlos a ustedes como si fueran trigo. Pero yo he orado por ti, para que no falle tu fe. Y tú, cuando te hayas vuelto a mí, fortalece a tus hermanos. (Lucas 22:31-32)
El Señor me librará de todo mal y me preservará para su reino celestial. A él sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén. (2 Timoteo 4:18)
Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo. (Juan 16:33)
Por lo tanto, pónganse toda la armadura de Dios, para que cuando llegue el día malo puedan resistir hasta el fin con firmeza. (Efesios 6:13)
Comparte nuestros sufrimientos, como buen soldado de Cristo Jesús. (2 Timoteo 2:3)
Manténganse alerta; permanezcan firmes en la fe; sean valientes y fuertes. (1 Corintios 16:13)
Entonces Josué les dijo: «No teman ni den un paso atrás; al contrario, sean fuertes y valientes. Esto es exactamente lo que el Señor hará con todos los que ustedes enfrenten en batalla. (Josué 10:25)
Luego puso jefes militares al frente del ejército y, luego de reunirlos en la plaza frente a la puerta de la ciudad, los arengó con estas palabras ¡Cobren ánimo y ármense de valor! No se asusten ni se acobarden ante el rey de Asiria y su numeroso ejército, porque nosotros contamos con alguien que es más poderoso. Él se apoya en la fuerza humana, mientras que nosotros contamos con el Señor nuestro Dios, quien nos brinda su ayuda y pelea nuestras batallas. Al oír las palabras de Ezequías, rey de Judá, el pueblo se tranquilizó. (2 Crónicas 32:6-8)
Sí, les he dado autoridad a ustedes para pisotear serpientes y escorpiones y vencer todo el poder del enemigo; nada les podrá hacer daño. (Lucas 10:19)
Pelea la buena batalla de la fe; haz tuya la vida eterna, a la que fuiste llamado y por la cual hiciste aquella admirable declaración de fe delante de muchos testigos. (1 Timoteo 6:12)
Practiquen el dominio propio y manténganse alerta. Su enemigo el diablo ronda como león rugiente, buscando a quién devorar. (1 Pedro 5:8)
Oren en el Espíritu en todo momento, con peticiones y ruegos. Manténganse alerta y perseveren en oración por todos los santos. (Efesios 6:18)
Y no nos dejes caer en tentación, sino líbranos del maligno”. (Mateo 6:13)
Estén alerta y oren para que no caigan en tentación. El espíritu está dispuesto, pero el cuerpo es débil». (Mateo 26:41)
Tú me armaste de valor para el combate; bajo mi planta sometiste a los rebeldes. (2 Samuel 22:40)
Es él quien me arma de valor y endereza mi camino; da a mis pies la ligereza del venado, y me mantiene firme en las alturas; adiestra mis manos para la batalla, y mis brazos para tensar arcos de bronce. Tú me cubres con el escudo de tu salvación, y con tu diestra me sostienes; tu bondad me ha hecho prosperar. Me has despejado el camino, así que mis tobillos no flaquean. (Salmos 18:32-36)
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. (Filipenses 4:13)
Pónganse toda la armadura de Dios para que puedan hacer frente a las artimañas del diablo. (Efesios 6:11)
Pero el Señor es fiel, y él los fortalecerá y los protegerá del maligno. (2 Tesalonicenses 3:39)
Así que sométanse a Dios. Resistan al diablo, y él huirá de ustedes. (Santiago 4:7)
Sin embargo, en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor. (Romanos 8:37-39)
Él nos libró del dominio de la oscuridad y nos trasladó al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención, el perdón de pecados. (Colosenses 1:13-14)
El que habita al abrigo del Altísimo se acoge a la sombra del Todopoderoso. (Salmos 91:1)
El Señor te concederá la victoria sobre tus enemigos. Avanzarán contra ti en perfecta formación, pero huirán en desbandada. (Deuteronomio 28:7)
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Ver comentarios
Muchas gracias por tomarse el tiempo para proveernos esa ayuda espiritual y asi ayudarnos para ayudar a otros. Dios le bendiga ricamente
son buenos estos textos
Muy bueno texto gracias Dios bendiga
Excelente nada es por casualidad
Dios los bendiga
Gracia y Paz sea sobre vosotros hermanos
Que Dios bendiga su vida y ministerio. Gracias por preparar estos versos para los que buscan! Toda la gloria y honra sean de Dios
Excelente enseñanza
Los versículos que salvan noches y días
Vidas enteras